¡FELIZ AÑO NUEVO!


Se acerca Año Nuevo y tengo entendido que cuando el reloj marque las doce, solamente se piden tres deseos. Pero yo me voy a extender un poco más porque tengo la fe de que el Barba me va a escuchar igual...
Deseo que mi familia tenga salud y amor…
Deseo que el 2008 sea mejor que el año que se fue…
Deseo que nadie en el mundo pase hambre…
Deseo que se termine la corrupción…
Deseo que mis sobrinos crezcan sanos y salvos…
Deseo que descansen en paz las almas que nunca dejaron de estar…
Deseo que no haya más desaparecidos…
Deseo que el Lobo se ponga de pie…
Deseo que se terminen las injusticias…
Deseo que no haya más impunidad…
Deseo que se cierren las papeleras…
Deseo la paz en el mundo…
Deseo, simplemente, que todos estemos un poco mejor…


¿Cuantos años tenes? Así (me muestras los dedos de su mano). 14 o 15.
¿Sabes leer? Responde con un movimiento de cabeza (me dice que no)
¿Qué color es este? (le muestro mi remera marrón). Negro? (me pregunta) No sabe.
¿Tenes novio? ¿Estas loco vos? Me dijo (creo que le dio vergüenza)
¿Tenes Mamá y Papá? Sí (por lo que yo se no son sus padres). También tengo un sobrino de 3 años que me pelea y no le presto mis juguetes.
¿Vas a la escuela? Sí. ¿A cuál? A la 501. ¿Y te gusta? No (me lo dijo casi gritando)
¿Donde vivís? Por allá. ¿Por allá dónde? Que se yo, por allá.
¿Vos te drogas? ¿Sos loco vos? Me respondió. ¿Robas? Mmmmm que hambre. ¿Matarías a alguien? (apoya el dedo índice en la sien y lo mueve) ¿Y sabes qué es el aborto? No. ¿La corrupción? No. ¿La envidia, el odio, la maldad? No. ¿La injusticia? No entiendo nada dijo.
¿Para qué me peguntas todo eso? No sé, tenía ganas de hablar con vos. Uy vos estás loco. Puede ser. Chau… chau.
Ella no sabe los colores, no sabe leer, no sabe cuantos años tiene, dónde vive y dicen que es un enfermo.
Yo se matar, mentir, odiar, golpear, se que es la corrupción, el aborto, el odio. Y yo soy un hombre sano (dicen).
Yo creo todo lo contrario. Ella
, y todos los chicos como ella, están totalmente sanos. Y yo, y todos los hombres como yo, estamos totalmente enfermos.
Por Luis Gentil (Mi Papá)


Todos sabemos que el simple hecho de escuchar al otro es fundamental en las relaciones humanas. Sin embargo, no es tan sencillo como parece.
Y es que oir no es escuchar: escuchar activamente es una manera especial de responder, que implica querer comprender los pensamientos y los sentimientos del otro. Por eso nuestro silencio al escuchar muchas veces vale más que una carata de consejos.
No escuchamos cuando creemos saber la respuesta sin que el otro haya terminado, incluso interrumpimos antes de que termine de hablar, estamos impaciente por hablar o hablamos al mismo tiempo.
Por el contrario, sí sabemos escuchar cuando realmente tratamos de entender lo que siente la otra persona, comprendemos su punto de vista, dejamos que tome sus propias decisiones –aunque pensemos que estén equivocadas-, no le sacamos el problema de la espalda pero sí le ayudamos a sobrellevarlo, le damos el espacio suficiente para que se de cuenta por sí mismo de qué es lo que anda mal.
Por algo la naturaleza nos dio una boca y dos orejas. Qué significa eso? Que hay que hablar menos y escuchar más…

LA "FLOR" MAS BELLA


En plena Avenida 9 de Julio, el celular me avisa que tengo un mensaje nuevo. Casi dormido después de una hora de viaje, alcanzo a leer: “No querés ser mi padrino de confirmación?”. El mensaje era de Flor, mi prima. Debo reconocer que me sorprendió porque no lo esperaba, pero mi respuesta fue más que obvia.
Enseguida se me escapó una sonrisa. Alegría, emoción, sorpresa, en fin, muchas sensaciones mezcladas. Es que el ofrecimiento que me acababa de hacer fue una demostración más de que ella me quiere, y mi respuesta fue que yo a ella también.
Quizás para muchos suene exagerado, pero para los que me conocen, saben que esas cosas me hacen feliz y más aún cuando está mi familia de por medio.
La vida siempre da oportunidades, y a nosotros nos está dando la chance de recuperar el tiempo perdido. Y no lo estamos desaprovechando porque más allá de ser primos, ahijada y padrino, ahora también somos amigos.
Gracias por otra alegría, por pensar en mí, por confiar en tu primo. Simplemente gracias por tanto y perdón por tan poco ahijada.
Te quiero mucho… sabelo.

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