Sus ojos transmiten tristeza. Me pregunto por qué, porque sinceramente no lo sé. Me pregunto que debe estar pasando por esa cabecita. Muchas cosas me imagino, pero no logro descifrarlo.
Pisando los cuatro años ya pasó por muchas cosas que mejor no recordar. Pero volvió a ser la misma siempre. Esa nena llena de cariño para regalar, esa nena divertida y llena de esperanzas. Sin embargo, por estos días la noto triste y eso me hace realmente mal.
Quisiera que tenga todo, porque se merece todo sobrina. Trato de ayudarla aunque a veces no puedo. Prometo que como tío voy a hacer lo posible y lo imposible también, para que vuelva a reír, ¡cómo me gusta verla reír! Lo sabía usted? Sépalo.
Eres tan dulce que empalaga. Eres lo más parecido a la perfección. Eres mi norte y mi sur. Eres mi día y mi noche. Eres una de las cosas más hermosas que creó Dios. Eres mi vida…
Pisando los cuatro años ya pasó por muchas cosas que mejor no recordar. Pero volvió a ser la misma siempre. Esa nena llena de cariño para regalar, esa nena divertida y llena de esperanzas. Sin embargo, por estos días la noto triste y eso me hace realmente mal.
Quisiera que tenga todo, porque se merece todo sobrina. Trato de ayudarla aunque a veces no puedo. Prometo que como tío voy a hacer lo posible y lo imposible también, para que vuelva a reír, ¡cómo me gusta verla reír! Lo sabía usted? Sépalo.
Eres tan dulce que empalaga. Eres lo más parecido a la perfección. Eres mi norte y mi sur. Eres mi día y mi noche. Eres una de las cosas más hermosas que creó Dios. Eres mi vida…
Y le recuerdo que sigo enamorado de usted… como así también de sus hermanos y sus primas…
Casi sin pensar esta vida voy viviendo
casi sin pensar las cosas que fui haciendo,
parecieron un sueño
casi sin darme cuenta se me va pasando el día y la vida
casi sin darme cuenta deje que te fueras...
La vida me la regalaron, la muerte en cuotas voy pagando...
puedo vivir mintiendo en nombre del amor...
puedo seguir cantando y puedo vivir mil veces
puedo ir siempre por el mismo camino
pero aunque haga lo mismo nunca va a ser igual
el mismo destino,
No se si estar a la sombra del sol
no se si seguir la luz de la luna
puede curarme la propia enfermedad…
o puede matarme la misma cura…
siento en el corazón a Dios
siento en los pulmones al diablo
siento que tengo dos oídos para escuchar
y dos pies para ir tropezando...
casi sin pensar las cosas que fui haciendo,
parecieron un sueño
casi sin darme cuenta se me va pasando el día y la vida
casi sin darme cuenta deje que te fueras...
La vida me la regalaron, la muerte en cuotas voy pagando...
puedo vivir mintiendo en nombre del amor...
puedo seguir cantando y puedo vivir mil veces
puedo ir siempre por el mismo camino
pero aunque haga lo mismo nunca va a ser igual
el mismo destino,
No se si estar a la sombra del sol
no se si seguir la luz de la luna
puede curarme la propia enfermedad…
o puede matarme la misma cura…
siento en el corazón a Dios
siento en los pulmones al diablo
siento que tengo dos oídos para escuchar
y dos pies para ir tropezando...
Creo en la honestidad, pero pienso en los políticos y dejo de creer…
Creo en la solidaridad, pero pienso en los chicos que pasan hambre y dejó de creer…
Creo en la felicidad, pero pienso en tu mirada y dejo de creer…
Creo en la sinceridad, pero pienso en él y dejo de creer…
Creo en la verdad, pero pienso en los diarios, y dejo de creer…
Creo en la eternidad, pero pienso en vos y dejo de creer…
Creo en la fidelidad, pero pienso en ella y dejo de creer…
Creo en la justicia, pero pienso en mi país y dejo de creer…
Creo en mí, pero pienso en mí y dejo de creer…
A veces me pasa que me levanto con más ganas de creer que de pensar…
Creo en la solidaridad, pero pienso en los chicos que pasan hambre y dejó de creer…
Creo en la felicidad, pero pienso en tu mirada y dejo de creer…
Creo en la sinceridad, pero pienso en él y dejo de creer…
Creo en la verdad, pero pienso en los diarios, y dejo de creer…
Creo en la eternidad, pero pienso en vos y dejo de creer…
Creo en la fidelidad, pero pienso en ella y dejo de creer…
Creo en la justicia, pero pienso en mi país y dejo de creer…
Creo en mí, pero pienso en mí y dejo de creer…
A veces me pasa que me levanto con más ganas de creer que de pensar…
Cuando duermo, la cabeza debajo de la almohada sino me siento desprotegido…
Antes de probar la comida, sal sino no la como… (ahora no, me dio miedo)
La puerta del baño y de mi pieza siempre tienen que estar cerrada…
El celular siempre en el bolsillo del pantalón…
No falto a un cumple de mi familia ni aunque esté en cama…
No se puede comer ni beber cuando se sientan frente a la computadora…
Más de tres mensajes seguido no te respondo, si queres seguir hablando, llamame y listo…
Me saco la ropa y al ropero bien dobladita…
Al menos una vez por mes, paso a saludar a casi todos mis familiares…
Antes de acostarme, voy a la casa de mi hermana y les doy un beso a mis sobrinos…
Siempre duermo con algo del Lobo puesto…
Antes de probar la comida, sal sino no la como… (ahora no, me dio miedo)
La puerta del baño y de mi pieza siempre tienen que estar cerrada…
El celular siempre en el bolsillo del pantalón…
No falto a un cumple de mi familia ni aunque esté en cama…
No se puede comer ni beber cuando se sientan frente a la computadora…
Más de tres mensajes seguido no te respondo, si queres seguir hablando, llamame y listo…
Me saco la ropa y al ropero bien dobladita…
Al menos una vez por mes, paso a saludar a casi todos mis familiares…
Antes de acostarme, voy a la casa de mi hermana y les doy un beso a mis sobrinos…
Siempre duermo con algo del Lobo puesto…
Había una vez un hombre que estaba escalando una montaña muy complicada donde había nevado mucho. Pero no había querido volverse atrás así que de todas maneras, con su propio esfuerzo y su coraje, siguió trepando y trepando, escalando por esta empinada montaña. Hasta que en un momento determinado, se soltó el enganche. El alpinista se desmoronó, empezó a caer a pico por la montaña golpeando salvajemente contra las piedras en medio de una cascada de nieve.
Pasó toda su vida por su cabeza y cuando cerró los ojos esperando lo peor, sintió que una soga le pegaba en la cara. Sin llegar a pensar, de un manotazo se aferró a esa soga.
El alpinista no podía ver nada pero sabía que por el momento se había salvado. La nieve caía intensamente y él estaba allí, como clavado a su soga, con muchísimo frío, pero colgado de este pedazo de lino que había impedido que muriera estrellado contra el fondo de las montañas.
Trató de mirar a su alrededor pero no se veía nada. Gritó dos o tres veces, pero se dio cuenta de que nadie podía escucharlo. Su posibilidad de salvarse era remota; aunque notaran su ausencia nadie podría subir a buscarlo antes de que parara la nieve. Pensó que si no hacía algo pronto, este sería el fin de su vida. Pensó en escalar la cuerda hacia arriba para tratar de llegar al refugio, pero inmediatamente se dio cuenta de que eso era imposible.
De pronto escuchó la voz que venía desde su interior que le decía “suéltate”. Quizás era la voz de Dios. Pensó que soltarse significaba morirse en ese momento. Se decía a sí mismo que ninguna voz lo iba a convencer de soltar lo que le había salvado la vida. La lucha siguió durante horas pero el alpinista se mantuvo aferrado a lo que pensaba que era su única oportunidad.
Pasó toda su vida por su cabeza y cuando cerró los ojos esperando lo peor, sintió que una soga le pegaba en la cara. Sin llegar a pensar, de un manotazo se aferró a esa soga.
El alpinista no podía ver nada pero sabía que por el momento se había salvado. La nieve caía intensamente y él estaba allí, como clavado a su soga, con muchísimo frío, pero colgado de este pedazo de lino que había impedido que muriera estrellado contra el fondo de las montañas.
Trató de mirar a su alrededor pero no se veía nada. Gritó dos o tres veces, pero se dio cuenta de que nadie podía escucharlo. Su posibilidad de salvarse era remota; aunque notaran su ausencia nadie podría subir a buscarlo antes de que parara la nieve. Pensó que si no hacía algo pronto, este sería el fin de su vida. Pensó en escalar la cuerda hacia arriba para tratar de llegar al refugio, pero inmediatamente se dio cuenta de que eso era imposible.
De pronto escuchó la voz que venía desde su interior que le decía “suéltate”. Quizás era la voz de Dios. Pensó que soltarse significaba morirse en ese momento. Se decía a sí mismo que ninguna voz lo iba a convencer de soltar lo que le había salvado la vida. La lucha siguió durante horas pero el alpinista se mantuvo aferrado a lo que pensaba que era su única oportunidad.
Cuenta esta leyenda que a la mañana siguiente la patrulla de encontró al escalador casi muerto. Le quedaba apenas un hilito de vida. Algunos minutos más y el alpinista hubiera muerto congelado, paradójicamente aferrado a su soga…a menos de un metro del suelo.
El 3 de junio se cumple un nuevo aniversario del Club de mis amores: Gimnasia y Esgrima La Plata. Festeja 121 años de Pura Pasión.
“Puede que más de un hincha esté enojado con el equipo y demás, pero no hay que enojarse con el Lobo, con los colores, con el escudo, con esa bandera azul y blanca que solo nosotros sabemos flamear. No hay que confundir. Hoy más que nunca, hay que alentar. Si no lo quieren hacer por el equipo porque creen que no hay respuestas dentro del campo de juego, háganlo por la camiseta, que en definitiva es lo que nos une, lo que realmente amamos.
Ellos nos respetan. Cuando hablo de ellos, me entienden a quienes me refiero. No entienden cómo seguimos de pie. Y eso nosotros lo sabemos. Estamos de pie, porque el hincha tripero, no está muerto. Hay que seguir. Lo mejor de Gimnasia es la gente, de eso no hay dudas.
Nosotros, los hinchas, debemos ser los que tenemos que poner al Club de pie. Es cierto que necesitamos la ayuda de los dirigentes, pero si no alentamos, sino demostramos nuestro apoyo a la camiseta, no conseguiremos nada.
Hay que seguir, eso a ellos les molesta. No pueden entender cómo, con el presente que tenemos, seguimos, estamos ahí, poniéndole fiesta a cada partido donde juega el Lobo.
Feliz Cumple Lobito!!!”
“Puede que más de un hincha esté enojado con el equipo y demás, pero no hay que enojarse con el Lobo, con los colores, con el escudo, con esa bandera azul y blanca que solo nosotros sabemos flamear. No hay que confundir. Hoy más que nunca, hay que alentar. Si no lo quieren hacer por el equipo porque creen que no hay respuestas dentro del campo de juego, háganlo por la camiseta, que en definitiva es lo que nos une, lo que realmente amamos.
Ellos nos respetan. Cuando hablo de ellos, me entienden a quienes me refiero. No entienden cómo seguimos de pie. Y eso nosotros lo sabemos. Estamos de pie, porque el hincha tripero, no está muerto. Hay que seguir. Lo mejor de Gimnasia es la gente, de eso no hay dudas.
Nosotros, los hinchas, debemos ser los que tenemos que poner al Club de pie. Es cierto que necesitamos la ayuda de los dirigentes, pero si no alentamos, sino demostramos nuestro apoyo a la camiseta, no conseguiremos nada.
Hay que seguir, eso a ellos les molesta. No pueden entender cómo, con el presente que tenemos, seguimos, estamos ahí, poniéndole fiesta a cada partido donde juega el Lobo.
Feliz Cumple Lobito!!!”
Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio
Subscribe to:
Entradas (Atom)