Llegando a fin de año, todos hacemos un balance general de cómo fue el 2009. En lo personal, debo dividirlo en tres partes: la primera, fue un tanto negativa; en la segunda, asomó la tranquila y la tercera fue totalmente positiva!!!
El 2009 no empezó de la mejor manera para quien escribe. Diversas situaciones complicaron mis días, no encontraba tranquilidad, todo se me hacía difícil. Busqué de todas formas salir a flote, con ayuda de mi familia y amigos, pero no podía.
Hasta que un día dije basta, la vida hay que disfrutarla y empecé a ver las cosas de otra manera. No era un momento para descorchar un champán pero estaba tranquilo conmigo mismo, y eso me permitía estar bien con la gente que me rodea. Así todo fue volviendo a la normalidad, sin sobresaltos en el camino.
Ya, entrando en la última parte del año, los días me sonríen. Todo es tan perfecto que asusta, pero disfruto el momento. Creo que Dios se acordó y me mandó un regalo, de esos que te alegran la vida… a esto hay que sumarle un libro, que me llena de orgullo.
Ahora sólo pido que en el 2010 sigan llegando buenas noticias y poder concretar los proyectos que están dando vueltas por ahí…
No hay dolor que duela más que el dolor del alma, no se aleja así nomás, cosas lo hacen aliviar pero no lo calman…
Ya lo dije una vez, el dolor no se va, solo hay que aprender a convivir con él. El dolor de un padre por la perdida de un hijo, el dolor por un hermano que se fue, el dolor por un amor no correspondido, el dolor a ese amigo que ya no está, el dolor de ser ignorado por un ser querido, el dolor por ya no pertenecer, no se disuelve, nunca jamás…
Por eso te pido que aprendas a vivir con él. Levantate y anda, que la vida, a pesar de todo, siempre tiene sentido…
01/01/1986 – 01/01/2010
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