Si bien es cierto que hace poco que nos conocemos, hoy puedo confesar que aprendí a quererla. Quizás se sorprenda por lo que acaba de leer, pero le aseguro que es así.
No somos grandes amigos, eso está claro, primero por el corto tiempo que lleva esta relación y segundo, porque cada uno ya tiene a los suyos. Pero en estos poco más de cinco meses que la vi por primera vez en el Bosque, nos demostramos que podemos formar una buena dupla de amigos, porque existe la confianza y el respeto, ante todo.
Aunque no lo note o no llegue a darse cuenta, busco y quiero lo mejor para usted y sinceramente me alegro cuando algo le sale bien, y cuando no, sabe que puede contar conmigo para lo que sea. Tengo en claro que no soy uno de los primeros de su lista, pero yo estoy ahí, firme, esperando para cuando me necesite, darle un consejo o un simple abrazo que le lleve algo de calma a su vida.
Dios quiera que el día de mañana, nos encuentre juntos y se cumpla nuestra idea de ser la madrina de Ciro Leonel…
Le recuerdo nuevamente, por si aún no le quedó claro, que la quiero, aunque creo que ya lo sabe.
PD: no se olvide que todos los que estamos acá y esas dos almas que nunca dejaron de estar –usted sabe a quién me refiero-, queremos verla feliz…
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