El último viernes a las 7.15 de la mañana salí para la ciudad de Jesús María, provincia de Córdoba. Seis horas y medias después estaba en el anfiteatro “José Hernández”, habitual epicentro del Festival Nacional de Doma y Folclore escuchando, puerta de por medio, al “Indio” Solari en la prueba de sonido, pues al otro día, presentaba su último albún denominado “Porco Rex”.
A la hora de la merienda, lo llegué a ver. Pasó a menos de dos metros de donde estaba yo. Gorra a lo chavo del ocho, campera marrón y una bufanda. Así estaba vestido el líder de ex grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Me prohibieron sacarle una foto, ni de lejos. Sino cumplía, hasta se podía suspender el recital. Y cumplí.
Al otro día bien temprano, luego de pasar una noche con fiebre, volví al lugar. Miles de ricoteros llegaban, parrila en mano, desde cualquier puto del país sin importar el frío. Solo querían estar presentes.
Se hicieron las cinco de la tarde. Quería ver al Lobo que jugaba con Banfield. No me importó estar en horas de trabajo. Me escapé y me fui a un bar del centro a ver el partido que terminó empatado. Volví al anfiteatro cerca de las 20.30 y me acomodé delante del escenario. Sentado cómodo, un lugar de privilegio.
A las 21.15 el “Indio” salió al ruedo. Explotó todo. Sí explotó todo. Alternaba temas que compuso como solista y de los Redondos. A medianoche, el “Indio” preguntó a las más de cuarenta mil personas que asistieron al recital, con qué tema quería que terminara el show. Fue una unanimidad. Jijiji fue el elegido. Nunca ví nada igual. Increíble, impresionante, sin palabras. El ricotero lo entiende.
No pasaron cinco minutos del final, que ya estaba sobre el escenario –tuve la suerte de tener acceso donde se me ocurriera- corrí y le traje a un amigo la botella de agua que estuvo en manos del “Indio”.
El 12 de abril antes de la medianoche, pude comprobar que el “pogo más grande del mundo” existe.
No soy un ricotero, pero el 5 de julio me voy a Tandil…
A la hora de la merienda, lo llegué a ver. Pasó a menos de dos metros de donde estaba yo. Gorra a lo chavo del ocho, campera marrón y una bufanda. Así estaba vestido el líder de ex grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Me prohibieron sacarle una foto, ni de lejos. Sino cumplía, hasta se podía suspender el recital. Y cumplí.
Al otro día bien temprano, luego de pasar una noche con fiebre, volví al lugar. Miles de ricoteros llegaban, parrila en mano, desde cualquier puto del país sin importar el frío. Solo querían estar presentes.
Se hicieron las cinco de la tarde. Quería ver al Lobo que jugaba con Banfield. No me importó estar en horas de trabajo. Me escapé y me fui a un bar del centro a ver el partido que terminó empatado. Volví al anfiteatro cerca de las 20.30 y me acomodé delante del escenario. Sentado cómodo, un lugar de privilegio.
A las 21.15 el “Indio” salió al ruedo. Explotó todo. Sí explotó todo. Alternaba temas que compuso como solista y de los Redondos. A medianoche, el “Indio” preguntó a las más de cuarenta mil personas que asistieron al recital, con qué tema quería que terminara el show. Fue una unanimidad. Jijiji fue el elegido. Nunca ví nada igual. Increíble, impresionante, sin palabras. El ricotero lo entiende.
No pasaron cinco minutos del final, que ya estaba sobre el escenario –tuve la suerte de tener acceso donde se me ocurriera- corrí y le traje a un amigo la botella de agua que estuvo en manos del “Indio”.
El 12 de abril antes de la medianoche, pude comprobar que el “pogo más grande del mundo” existe.
No soy un ricotero, pero el 5 de julio me voy a Tandil…
2 Comments:
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Obviamente con el del Indio no creo que tenga comparación, pero a La Cumpa le gana! Jajajaja!
Un besote grande Gordo..
Te quiero muuuuuuuuuucho
(ah, tengo un blog como el tuyo , 638th.blogspot.com)